La República Democrática del Congo (RDC) podría convertirse en el próximo escenario de una estratégica negociación entre Washington y un país africano rico en recursos naturales. Según reveló el asesor senior estadounidense Massad Boulos, Estados Unidos está en conversaciones con el gobierno congoleño para alcanzar un acuerdo que garantice seguridad a cambio de acceso a sus codiciadas reservas minerales.
El país africano, que arrastra décadas de conflicto armado, inestabilidad política y una historia marcada por el colonialismo, enfrenta hoy la amenaza persistente del movimiento M23, una milicia apoyada por Ruanda que ha tomado control de varias ciudades desde 2012 y ha desplazado a millones de personas.
Pero Congo es también un gigante dormido en términos de recursos. Posee vastos yacimientos de cobalto, litio y uranio, elementos esenciales para la industria tecnológica y la transición energética global. Desde teléfonos inteligentes hasta autos eléctricos y armamento sofisticado, la demanda por estos minerales ha disparado el interés de las grandes potencias.
“Es esencial para nuestro país lograr un acuerdo comercial con Estados Unidos”, declaró Joseph Bangakya, parlamentario congoleño, en un intento por acelerar el diálogo y conseguir apoyo internacional para enfrentar la crisis de seguridad que vive el país.
Desde la administración de Donald Trump, la mirada estratégica sobre los recursos naturales en zonas de conflicto no ha sido novedad. Boulos indicó que también se han buscado acuerdos similares en Ucrania, otra región convulsionada con potencial mineral.
“Que no quepa duda: las empresas estadounidenses están operando con transparencia y estimularán las economías locales. Estamos hablando de inversiones multimillonarias”, aseguró el asesor presidencial.