La ministra del Trabajo, Jeannette Jara, se ha transformado en el centro de la atención política tras su gira regional para dar a conocer la nueva ley de pensiones, presentada como el mayor logro del gobierno de Gabriel Boric. Sin embargo, este éxito ha suscitado críticas de algunos sectores dentro de la coalición de gobierno, en particular respecto a su posible candidatura presidencial por el Partido Comunista.
Las acusaciones apuntan a que Jara está utilizando su cargo actual como plataforma electoral. Vlado Mirosevic, candidato presidencial del Partido Liberal, ha sido uno de los más vocales, sugiriendo que “toda autoridad de gobierno que tenga la ambición de ser candidato, tiene el deber ético y político de renunciar”. Por su parte, José Antonio Gómez también enfatizó la importancia de la transparencia en estos casos.
El presidente del PC, Lautaro Carmona, salió en defensa de Jara, argumentando que ella continúa cumpliendo con sus deberes ministeriales. Al respecto, afirmó que “es absurdo exigirle lo que no se le exige a otros” y que la prioridad de Jara es trabajar en la reforma previsional encomendadas por el Presidente.
Los apoyos a Jara no se han hecho esperar desde su propia bancada. Diputados como Boris Barrera han descalificado las críticas, asegurando que “son completamente infundadas” y que es prematuro discutir candidaturas cuando aún no se ha definido quién representará al PC.
Además, Carmona adelantó que el partido se reunirá para definir sus próximos pasos en la carrera presidencial, dejando claro que aún están en el proceso de elaborar una plataforma programática. Esto implica que la candidatura de Jara sigue generando dudas en el ambiente político, especialmente con el fantasma de una posible reaparición de Daniel Jadue.
Mientras tanto, la ministra Jara sigue su labor en el ministerio, con la incertidumbre de lo que podría deparar el futuro político para ella y el PC en el contexto electoral que se aproxima.