El diputado Johannes Kaiser, candidato presidencial por el Partido Nacional Libertario, ha decidido no solo correr por La Moneda, sino que también a la primera vuelta de las elecciones en noviembre. Con una pizca de audacia y una buena dosis de controversia, este político ha anunciado su intención de indultar a aquellos uniformados condenados por las violaciones de derechos humanos durante el estallido social.
En su intervención en ‘Mesa Central’ de Canal 13, Kaiser fue claro al afirmar: “Estamos corriendo en primera vuelta” y que “quienes apuestan a que baje nuestra candidatura, créanme, yo siempre cumplo con mi palabra”. Pero, ¿cumplir con qué palabra? ¿Con el compromiso de asegurar la impunidad para quienes actuaron al margen de la ley en situaciones de violencia?
El diputado no se detuvo allí. En una declaración que casi suena a un discurso de otro tiempo, manifestó que revisaría todos los casos previos a su posible llegada al Palaciо de La Moneda. Lo que resulta aún más inquietante es su pregunta retórica: “¿Por qué solamente ellos?”, refiriéndose a uniformados como Miguel Krassnoff, quien acumula más de mil años de condena. Kaiser argumenta que el terrorismo, un “delito de lesa humanidad”, debería ser motivo para indultos, dejando en el aire una pregunta sobre su criterio sobre lo que constituye justicia.
Sin embargo, su enfoque sobre el “control” y la “inseguridad” parece más bien una invitación a la impunidad. ¿Cómo se espera que las Fuerzas Armadas cumplan su deber si sienten que están en la línea del fuego de una persecución política? Con estas afirmaciones, Kaiser plantea un peligroso precedente, en donde el respeto hacia los derechos humanos queda en un segundo plano ante el interés de proteger a los uniformados.
La política de seguridad que propone parece más una justificación de acciones pasadas que una medida real para mejorar la situación en el país. En un momento donde Chile debería estar buscando avanzar hacia una verdadera reconciliación y justicia, estas promesas de indultos sólo reabren viejas heridas y alimentan divisiones.