Karim Bianchi, el senador independiente que buscaba desafiar el status quo, ha decidido dar un paso atrás y no presentarse como candidato presidencial. La razón de esta impactante decisión radica en su frustrante experiencia para recaudar las firmas necesarias para inscribirse ante el Servel. En una publicación en redes sociales, Bianchi declaró: “Se hace incompatible con una campaña de recolección de patrocinios, y ésta me obligaría a dejar mis funciones y a mi región de lado”.
El parlamentario de Magallanes dejó claro que su compromiso con la labor legislativa fue el principal obstáculo en su carrera presidencial. A pesar de su esfuerzo, solo logró reunir “casi un tercio de lo propuesto” y expresó su decepción ante la falta de apertura del electorado hacia candidatos independientes, afirmando que a la mayoría les gusta más lo que les ofrecen los partidos tradicionales.
Además, Bianchi reconoció las limitaciones económicas y logísticas que enfrentó. “No tengo los recursos humanos ni financieros para hacerlo solo”, lamentó, señalando la difícil realidad que viven muchos que se atreven a desafiar el sistema. La crítica a las campañas políticas actuales fue el clavo final en su ataúd electoral, al enfatizar que no quería ser alguien que aparentara ser lo que no es.
Esta situación nos deja reflexionando sobre el panorama político en Chile, donde el sistema parece favorecer la comodidad de los partidos tradicionales, dejando a los candidatos independientes en una lucha desigual.