El reciente Censo 2024 ha revelado que la población migrante en Chile ha alcanzado un notable 8,8 % del total nacional, equivalente a 1,6 millones de personas, según lo informado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Este aumento es sorpresivo si consideramos que en 1992 solo había 105.070 inmigrantes, cifra que ha ido creciendo exponencialmente a lo largo de los años, alcanzando los 1.608.650 en 2024.
Macarena Alvarado, jefa del estudio, resaltó este incremento como un fenómeno que marca un cambio dramático en la demografía chilena. Las regiones del norte del país, como Tarapacá, Antofagasta, y Arica y Parinacota, lideran la proporción de migrantes. Sin embargo, la Región Metropolitana se lleva la palma con un 60 % de la población migrante concentrada en su territorio.
Desde la perspectiva global, Chile supera con creces el promedio mundial de migrantes, que se sitúa en un 3,7 %, reflejando un fenómeno que ha duplicado la participación de población migrante desde el censo de 2017. En esta ola migratoria, los venezolanos lideran la llegada con un 41,6 %, seguidos por peruanos y colombianos.
En términos de edad, la población migrante presenta un rango de 15 a 64 años, con un promedio de 33,5 años, lo que implica que son, en promedio, más jóvenes que los chilenos nacidos en el país. Este cambio demográfico sugiere un desafío para las políticas públicas que deberán adaptarse a esta nueva realidad.