Una nueva controversia se desata en Chile tras la difusión de videos que exhiben el uso desmedido de la fuerza por parte del exteniente coronel de Carabineros, Claudio Crespo, durante el estallido social de 2019. Las grabaciones, las cuales forman parte de la evidencia en su juicio por apremios ilegítimos que dejó a Gustavo Gatica sin vista, muestran agresiones y el uso irregular de armamento antidisturbios cerca de Plaza Italia.
Crespo intentó minimizar la gravedad de la situación, asegurando en redes sociales que la filtración de estos videos fue obra de la Fiscalía. Sin embargo, las imágenes, obtenidas por Ciper, demuestran un uso extremo de la fuerza que muchos consideran injustificable.
“Esto se lo pasaron, se lo filtraron de acá. Yo no tengo prueba, pero tiene que haber sido o la Fiscalía, el INDH o el Consejo de Defensa del Estado”, declaró Crespo, dejando entrever que la responsabilidad detrás de la divulgación de los videos no recae en él. No obstante, algunos afirman que su defensa es solo un intento de desviar la atención de sus acciones.
A pesar de su situación judicial, el exteniente se mostró desafiante, afirmando que no se arrepiente de sus acciones y manteniendo que “no he matado nunca a nadie”. Sin embargo, el clamor de justicia para las víctimas de violencia policial sigue resonando en la sociedad chilena.
El escándalo no solo pone en tela de juicio la conducta de Crespo, sino que también levanta dudas sobre el manejo de pruebas por parte de las instituciones involucradas en el proceso judicial.