Economía

¿El Próximo Presidente de Chile Tendrá que Hacer los Ajustes que Reclama el Ministerio de Hacienda?

Las finanzas públicas se perfilan como uno de los temas centrales en las próximas campañas presidenciales en Chile. Según el Ministerio de Hacienda y la Dirección de Presupuestos, el futuro fiscal del país es incierto, especialmente desde 2026 en adelante.

Durante su reciente presentación, se reveló que el ajuste fiscal necesario ascendería a $1.948.653 millones (cerca de US$1.990 millones). Sin embargo, esta cifra no solo abarca ajustes fiscales sino también cambios legislativos. Se menciona un primer grupo de acciones donde se espera un ajuste de gasto de US$555 millones y otros ajustes que suman US$564 millones, totalizando US$1.199 millones.

El segundo grupo menciona medidas legislativas con recursos por $851.813 millones, unos US$870 millones. Esto despierta serias dudas sobre su efectividad, pues la posibilidad de que sean aprobadas es incierta.

Expertos como el economista Matías Acevedo advierten que el próximo gobierno tendrá que ajustar el gasto en hasta US$1.000 millones si se implementan las medidas propuestas por Hacienda. En caso contrario, podría llegar a US$1.500 millones.

Acevedo también apunta que el cumplimiento de las nuevas metas fiscales no es para nada sencilla: “Las medidas deben ser estructurales, no podemos depender de soluciones simplistas que se revierten”. En tono similar, la economista Macarena García señala que el cumplimiento de la trayectoria fiscal pedida es extremadamente exigente, especialmente cuando se considera el crecimiento del gasto histórico.

Los académicos del ámbito fiscal, como Óscar Landerretche y Cristina Torres, también cuestionan la viabilidad de las propuestas del gobierno, argumentando que hay una subestimación del gasto necesario y que los proyectos de ley que se tienen en cuenta para el ajuste son demasiado inciertos.

En resumen, el nuevo informe de finanzas públicas deja claro que la próxima administración se enfrentará a un panorama complicado. Las decisiones que se tomen ahora determinarán el futuro fiscal del país, y esperemos que no se conviertan en un problema aún mayor.