El Presidente Gabriel Boric anunció la mañana de este lunes un duelo nacional de tres días por la muerte del Papa Francisco, quien falleció a los 88 años en su residencia del Vaticano. Un fallecimiento que, aunque esperado debido a su frágil salud, deja una notable ausencia en el mundo, sobre todo en América Latina.
Bajo la sombra de La Moneda, Boric expresó sus condolencias y resaltó el compromiso del Papa Francisco con la justicia social y su cercanía a los más desfavorecidos. “El cura Bergoglio fue un hombre comprometido con la justicia social, que luchó en toda su trayectoria contra las inequidades del mundo”, subrayó el mandatario chileno.
En un país diverso y laico como Chile, donde un significativo número de ciudadanos profesa la fe católica, la decisión de Boric de decretar duelo se alinea con la tradición nacional. Recordó el duelo establecido por el entonces Presidente Ricardo Lagos tras la muerte de Juan Pablo II. Así, Boric se esfuerza por mostrar respeto y unidad en torno a esta figura religiosa, incluso preparando el envío de una delegación al Vaticano para estar presente en las exequias.
“Entendemos que las exequias en el Vaticano tendrán un toque más de humildad, como era propio del Papa Francisco”, afirmó. Este enfoque resalta la visión del Papa sobre una iglesia más accesible y humanitaria.
Los símbolos de condolencias se extienden más allá de la política. Desde los rincones de Chile, miles de feligreses y ciudadanos han comenzado a rendir homenaje a una figura que, sin duda, marcó una era dentro de la Iglesia Católica y del diálogo interreligioso.