El clima político en Chile se calienta tras la reunión de jefes de bancada de la oposición, donde se ha decidido avanzar en la presentación de una acusación constitucional en contra de Gonzalo Durán, delegado presidencial de la Región Metropolitana. Este anuncio surge tras la jornada de violencia registrada en el Estadio Monumental, donde dejaron dos jóvenes fallecidos en las inmediaciones de un partido entre Colo-Colo y Fortaleza en la Copa Libertadores.
Las bancadas de Chile Vamos, que incluyen a UDI, RN y Evópoli, junto con los republicanos, el Partido Social Cristiano y el Partido Nacional Libertario, se han alineado con el apoyo de los Demócratas para formalizar esta acusación. Según Henry Leal, jefe de bancada de la UDI, la decisión fue unitaria y respaldada por los equipos jurídicos que han encontrado causales suficientes para proceder.
Además, se destacó la necesidad de actuar con responsabilidad política, enfatizando que Durán no solo ha fallado en su deber, sino que ha puesto en riesgo la vida de los ciudadanos al no contar con un plan de seguridad adecuado. La indignación es palpable, y varios parlamentarios consideran intolerable que haya carabineros imputados debido a la negligencia del gobierno.
El respaldo del Partido Demócrata refuerza la idea de que la gestión del delegado ha sido errónea, especialmente tras su ausencia en la Comisión de Deportes destinada a discutir estos graves incidentes. La diputada Joanna Pérez expresó su descontento por la falta de explicaciones de quienes debieron rendir cuentas.
Con esta acción, la oposición busca no solo hacer responsables a los líderes sino también establecer un precedente en la defensa de la seguridad y bienestar de los ciudadanos, que, hasta ahora, ha estado en entredicho. Este movimiento no solo promete un fuerte enfrentamiento en el Parlamento, sino que también podría cambiar el rumbo del debate político en torno a la seguridad pública en Chile.