La expresidenta Michelle Bachelet ha lanzado una clara advertencia sobre la tendencia a la reducción de recursos destinados a la financiación del desarrollo. En un análisis impactante, la exmandataria sostiene que este cambio de rumbo por parte de actores clave, como Estados Unidos y la Unión Europea, traerá consecuencias nefastas, incluyendo un aumento de las presiones migratorias y conflictos geopolíticos.
Durante su intervención en el Diálogo Político del Club de Madrid en Nairobi, Bachelet afirmó que la comunidad internacional necesita “rediseñarse” ante nuevas agendas más “nacionalistas”. Aseguró que países que previamente eran pilares en la financiación del desarrollo han cerrado agencias y priorizado agendas internas, lo que, a su juicio, incrementará las tensiones globales.
El recorte de ayuda humanitaria por parte de EE. UU, bajo la administración de Trump, es particularmente preocupante. Bachelet cuestiona si esta tendencia se trata de una simple distracción o un cambio ideológico profundo que ignora el papel vital del multilateralismo. “Los países empezarán a autocensurarse por miedo a represalias”, advirtió.
Asimismo, la expresidenta abordó la reducción del margen fiscal en la UE para contribuir a la financiación del desarrollo, subrayando que esto pone en riesgo la paz y la seguridad. Resaltó la interconexión entre la falta de desarrollo y el aumento en la migración, deberse a crisis climáticas y económicas. “La migración es un derecho humano”, defendió, añadiendo que la inacción podría conducir a conflictos violentos por escasez de recursos.
Bachelet concluyó apelando a una “capacidad de sabiduría” global para no solo ver la asistencia al desarrollo como un asunto financiero, sino como un pilar esencial para la paz y la estabilidad.