En un clima político que se calienta cada vez más, la diputada Pamela Jiles, conocida por su postura crítica y su arraigo en la izquierda, ha revelado su intención de considerar una postulación al Senado por la Región de Valparaíso. A menos de un mes de las elecciones parlamentarias de noviembre, este anuncio plantea un dilema para el oficialismo que, como un barco a la deriva, baraja y baraja nombres sin rumbo claro.
Jiles, quien arrasó en las elecciones de 2021 con más de 77 mil votos, afirmó en una entrevista: “No tengo definido aún si voy a ir a la reelección en mi distrito, el distrito 12°, si voy a ir al Senado, por ejemplo, por Valparaíso”. Sin embargo, su creciente popularidad y el buzz que la rodea —incluso siendo sondeada por diferentes fuerzas políticas para una posible candidatura presidencial— la posicionan como una amenaza real para el oficialismo, que bien sabe que perder Valparaíso sería un golpe devastador.
Pero no es la única figura destacada en la danza electoral. El exalcalde Jorge Sharp también está en la carrera. Tras acercamientos con la Federación Regionalista Verde Social, ha manifestado su interés en competir en la senatorial. Su presencia en la proclamación del diputado Jaime Mulet como candidato presidencial de la federación indica que la batalla por esa región podría tornarse dramática.
En el oficialismo, el panorama se complica aún más con los nombres de figuras como Jorge Brito, Diego Ibáñez y el actual senador Juan Ignacio Latorre, quienes también buscan su oportunidad en Valparaíso. Con el 19,6% de los votos en el balotaje anterior, la región es un bastión que el Frente Amplio se aferra a mantener.
El Partido Socialista ha manifestado interés en incluir al excanciller Heraldo Muñoz como candidato, mientras que en el Partido Comunista, Karol Cariola está lista para dar el salto. La competencia se intensifica cuando cada partido, mirando hacia el futuro, se juega su estabilidad ante un panorama incierto.