En un mar de promesas y expectativas, el diputado Johannes Kaiser, líder del Partido Nacional Libertario, parece más un navegante perdido que un capitán firme rumbo a la presidencia. Desde su llegada al Congreso, la atención ha girado en torno a su sorprendente falta de productividad legislativa: apenas un proyecto de ley aprobado en toda su trayectoria parlamentaria, lo que no se traduce bien para alguien que aspira a liderar un país.
El 6 de marzo, Kaiser oficializó la inscripción de su partido, buscando distanciarse de la derecha tradicional. Entre sus promesas destacan la seguridad y la economía. Sin embargo, la realidad es más preocupante: mientras ha estado presente en la discusión de 76 proyectos de ley, solo ha presentado 73 y solo uno ha llegado a ser publicado. Este resultado no es alentador para un político que busca posicionarse como una alternativa seria en las próximas elecciones.
El escueto proyecto legislativo que Kaiser logró materializar fue la “rehabilitación de la nacionalidad” de la religiosa María Slaughter, quien perdió su nacionalidad chilena debido a las estrictas normativas alemanas sobre la doble nacionalidad. La legislación fue finalmente aprobada con 19 votos a favor y 1 abstención el 25 de octubre de 2023, permitiendo a Slaughter recuperar su nacionalidad por derecho de nacimiento.
A pesar de este pequeño triunfo, Kaiser aún no ha podido demostrar su capacidad para llevar a cabo más iniciativas significativas, lo que genera dudas sobre su idoneidad como candidato presidencial. La promesa de cambios en la seguridad y economía queda en entredicho ante una gestión legislativa tan pobre. ¿Será este el futuro de la política chilena, un partido más con un líder que se queda en palabras y no en hechos?